Considerado por diversas especialistas como una expresión de lo que Gilberto Giménez ha denominado como religiosidad popular, el Espiritualismo Trinitario Mariano (ETM) constituye sin duda una de las tradiciones católicas subalternas que más ha arraigado en el mundo rural y entre los sectores populares. Según la antropóloga Silvia Ortiz, este credo, surgió en la Ciudad de México en el año de 1866, favorecido por la libertad de ideas fomentadas por las Leyes de Reforma, entre un grupo de ferrocarrileros y algunos marginados urbanos. Lejos de decrecer, su influencia y expansión han ido en aumento, no solo en algunos sectores de la sociedad mexicana, incluyendo a los migrantes en Estados Unidos.
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